Cuando los Otakus atacan - Parte 1

"Una fecha que vivirá en la infamia" – Roosevelt sobre el ataque japonés a Pearl Harbor

Esta imagen fue obtenida de Emelkin.tumblr.com, el Autor según la firma es Oscar González Loyo.

El día de hoy una conocida escritora internacional nos comenta:

“En décadas pasadas las producciones japonesas nos inundaron con programas que nos hicieron soñar: Ultramán, El As del Espacio, Los Tres Espaciales, Marino y la Patrulla Oceánica… pero esto no hizo que los niños de aquella época perdiéramos nuestra identidad, al contrario, crecimos llenos de valores haciendo que la fantasía y la ciencia ficción se integraran como parte de nuestra formación, gracias también a los diferentes programas como Disneylandia, y otros.

Las generaciones actuales están creciendo vacías, ahora sólo vemos programas que persiguen el rating dejando a un lado la esencia como concepción, apoyadas en el amarillismo y el morbo.

En los tianguis enormes de piratería (como nosotros les llamamos a los eventos de “comics” en donde, ¡no hay comics!) desfilan infinidad de jóvenes que han perdido su identidad para adoptar otras culturas, en especial la japonesa, que ni les va, ni siquiera llevan el honor de éstas sólo lo freaks y de ahí su comportamiento por esa misma falta de identidad.”

Es un poco difícil seguir la idea que se quiere transmitir, ya que se plantean demasiadas ideas que no hilan entre ellas, pero haciendo un pequeño esfuerzo podemos obtener los siguientes postulados:

• Los programas japoneses nos inundaron en los sesentas y setentas.

• Los niños mexicanos de ese entonces no perdieron su identidad y crecieron con valores que inculcaban producciones Estadounidenses como Disneylandia.

• La televisión es quien tiene la tarea de educar, por lo que las generaciones actuales están creciendo vacías.

• El manga no es un comic, por eso las convenciones donde se venda manga son “tianguis de piratería”.

• Los jóvenes que adoptan la cultura japonesa tienen falta de identidad, no como los que adoptaban la cultura americana.

Aunque soy fan de muchas series japonesas debo concederle razón a la escritora, a partir de los ochentas la influencia de la cultura nipona permeó en nuestra cultura, incluso en la historieta, donde comics como Karmatron tuvieron que ser modificados para incluir elementos japoneses en sus tramas, perdiendo así parte de su identidad, tal y como lo comenta Oscar Gonzáles Guerrero.

"Bueno fuimos a CEPSA, que después fue MEASA con las ideas de Óscar, como en aquel entonces Imevisión estaba sacando los Transformers a ellos les interesaba que hiciéramos ese proyecto, al dueño Víctor Manuel, que no recuerdo su apellido le intereso mucho"

Este post continuará mañana, o para ponerlo más ad hoc:

つづく