K!olaboraciones: Entrevista de trabajo de una niña genio

Me dio tanta risa pensar que sí sería así la entrevista de nuestra madrina que decidí compartir la K!olaboración de Vertebreaker:

Imagínate a la Marciana Monera en una entrevista de trabajo.

-Srta. Moreno, ¿qué escolaridad tiene?

...- Ay, bueno, creo que lo que te hace profesional es tu capacidad, no un titulote.

- De acuerdo, sí. Pero le pregunté su escolaridad.

...- Eh, pues, acabé la secundaria, y descubrí que era una genio. No era necesario pero mis papás me hicieron terminar la prepa abierta.

- ¿Sí leyó que solicitamos a alguien con estudios?

...- Tengo 15 años de estudios especializados.

- ¿En una institución reconocida y certificada por organismos de educación oficiales?

...- Ah, esteee, no, en mi empresa

- ¿Por qué dejó la empresa en la que trabajaba anteriormente?

... Es que, pues mis papás no me daban para pagarle a mi gerente general.

- ¿Cómo dijo...? ¿Los padres de usted le pagaban a su empleador?

... - No, a mi socio. Es que me estaba capacitando.

- ¡¿15 putos años?! En fin, ya no le daban dinero sus papás, ¿y entonces?

... - Pues vengo a trabajar, porque mis socios necesitan comida, medicinas y servicios. Mi gerente general quiere que usted me dé trabajo para hacer desde su casa, su mujer está escribiendo un best-seller desde 1990 y no puede salir de la empresa, otro socio no puede trabajar ahorita porque si recibe prestaciones, sueldo y seguro social su ex-esposa le va a pedir pensión para su hija (además, tiene que acabas muchos videojuegos pendientes), y los demás no pueden descuidar su educación bajo la tutela de Óscar, van en camino a ser los nuevos gerentes de la Industria del Comic.

- O sea que viene por hambre. Y encima, ajena.

...- Pero tengo mucha experiencia, mire mi currículum.

- A ver. Oiga, está lleno de trabajos que no concretaron, proyectos que jamás despegaron, personajes de diseño de 1960 a 1980 máximo, y nunca ha trabajado bajo un horario, por un salario, en una empresa registrada y con RFC.

...-Bueno, e-es que más que experiencia, tengo "expertís".

- Tiene una trayectoria imaginaria, esto es una colección de fracasos e intenciones, de verdades a medias. ¿Qué sueldo pretende?

...- Bueno, no suelo cotizar mi trabajo como una persona, sino como un muégano (jijijiji...), o sea, como una familia, una empresa espiritual ¿sale? Pero yo sola creo que requiero unos $75,000, para empezar

- ¿Al año?

...- ¡No! Al mes. Más comisiones.

- Ya veo. Déjeme platicarlo con el contador, y le llamamos. Adiós.

... - ¿No le dejo mi número? O el correo, en cuanto me mande el contrato al mail, Óscar me avisa que ya me llegó y me aconsejará qué cláusulas cambiar.

- No, no, ya tenemos su número y su correo, ya tenemos todo. Hasta pronto. Por cierto, el lunes nos cambiamos de edificio, ya le diremos dónde, para que no pierda tiempo viniendo de vuelta hasta acá.

...- Ay, gracias. Adiosín.

(En voz baja) - ¡Hasta nunca!.

Enseñanza Tribilini, Mayo 2018

En 1993, mientras Nino Canún presentaba a los integrantes del panel del programa dedicado a los cómics una fuerte ovación se escuchó con el nombre del segundo invitado: "Señor Oscar González Loyo, Director General de Editorial Antea y creador de Karmatrón y los Transformables", mencionaba el famoso conductor noventero mientras la cámara enfocaba a un joven Óscar con una sonrisa orgullosa de complicidad con el público.

Entre los invitados al programa estaban algunas caras que hoy seguramente nos resultan conocidas, entre ellas un joven Humberto Ramos, a quién se le presentó como "Dibujante de Némesis 2000", Carlos Tron (Gerente de Comics, S.A.) y Sebastían Carrillo "Bachan".



Lo anterior no debería extrañarnos, en aquel entonces alrededor de la figura de González Loyo se aglutinaba la generación de comiqueros que hoy domina la escena nacional, su discurso rebelde en contra de una industria en decadencia permeaba facilmente en los dibujantes jóvenes de aquellos días.

Pero mientras esos artistas ilusionados comenzaban a abrirse las puertas en su profesión, en Óscar el papel del guardián del cómic comenzaba a germinar de forma equivocada, lo que comenzó como una defensa legitima, poco a poco se fue convirtiendo en una dictadura ideológica.

El cambio fue gradual, imperceptible en sus primeros años, salvo para aquellos que fueron directamente agredidos por esas políticas. Un ejemplo de ello es el primer coraje de nuestro amigo Chicarcas contra un pequeño grupo que incluía a Pinto (el de los Forasteros) que decidió dejar de esperar su consejo y negociar directamente con un cliente asiático.

La primer cisma se dio con las Conques, donde aparecieron los primeros problemas de Óscar con Gantús. El enfrentamiento se dio dadas las visiones de ambos, validas las dos para un servidor, uno defendiendo el derecho al espacio para el artista y el otro queriendo hacer negocio como organizador.

Y de ahí la Utopía, aún Óscar lideraba la escena y fue esa convención quizá lo que marcó definitivamente el declive de nuestro monero, ésto al encumbrarlo como un falso mesías del cómic. Nuestro amigo decidió en su evento quién era profesional, quién amateur y estableció tarifas de cobro para todos. Incluso en ese evento tuvo la ocurrencia de recibir su propio premio "La plumilla de plata".

Pero el gran quiebre con el medio monero se presentó con el Bachatón, los moneros de aquél entonces decidieron organizar un evento de sketches para ayudar a Bachán con sus quimioterapias,  al cual se invitó al menor de los González. El enojo de Loyo vino cuando no se le asignó un lugar a Horacio, quien por cierto no estaba invitado, despotricando contra la organización e insinuando él y Susana que el evento no era para cubrir gastos médicos.

El cariño que el medio tenía por un convaleciente Bachán llevó a muchos a abrir los ojos y alejarse definitivamente de La alteña.

La reacción de Óscar fue encerrarse aún más, todas las convenciones fueron vetadas por nuestro amigo, excepto por aquellos pequeños eventos que le guardaban pleitesía.

Y con los clientes y socios del estudio pasó lo mismo, uno tras otro fueron cayendo víctimas de la soberbia de nuestro amigo.

Así arribamos al presente, de ser el líder del cómic nuestro amigo acabó con un estudio con dos dibujantes además de él, con el sueño de crear una industria y el anhelo por los días perdidos, tal y como Jodorowsky nos muestra en la fábula pánica que a continuación les regalo.


Y si me preguntan cuál fue el catalizador de la caída de Óscar, bueno también estaba en el programa de Nino Canún.




Las crisis económicas desde los cómics.


"El sufrimiento es algo cíclico, cada cierto tiempo vuelve a tu vida para recordarte que la felicidad hay que valorarla" Autor desconocido.

Quizá una de las cosas buenas de la terquedad de nuestro amigo Óscar González Loyo es que me permitirá desde su trabajo narrar una historia que se remonta a los puestos de revistas de mediados de los ochentas.

Fue precisamente en febrero de 1986 cuando Karmatrón llegó a los puestos de periódicos, y lo hizo en un periodo peculiar para la economía de nuestro país, para explicarme mejor les pediría que revisaran conmigo el precio de portada del numero 1 y luego lo comparamos con el del número 180 de 3 años más tarde.


Los lectores más jóvenes quizá pensaran que los precios son erróneos, ¿cómo puede ser posible que una historieta pase de $80 pesos a $600 pesos en tan solo 3 años?. Para explicar lo anterior tendríamos que entender que nuestro país sufría una de las peores crisis económicas de su historia.


 El 19 de noviembre de 1987, para poner un ejemplo de lo que sucedía, el tipo de cambio amaneció a una paridad de 1700 pesos por dólar, pero a las 11 de la mañana la moneda Mexicana se habia devaluado a 2700 pesos.

“No permitiré que el país se me deshaga entre las manos”, decía Miguel de La Madrid nuestro Presidente de aquél entonces dada la crisis económica.

Si revisaron el precio del Karmatrón 159 seguramente notaron algo curioso, tiene un descuento de $20 pesos acompañado de la leyenda "Pacto".
 
Ese descuento corresponde a una política instrumentada por Miguel de la Madrid en diciembre de 1987. El Pacto de Solidaridad Económica fue firmado por los tres sectores de la economía (Gobierno, Trabajores y Empresarios) buscando detener la inflación que, como vimos, ya acumulaba niveles alarmantes.

Ahí entendimos porque OGL afirma que la competencia de los cómics son las tortillas, literalmente.

Y el pacto funcionó. La inflación contuvo su acelerada carrera y México entró en una estabilidad que duraría unos cuantos años. 


De la mano de esa estabilidad y la apertura comercial, los Mexicanos comenzamos a conocer que los cuentos se llamaban cómics, que eran coleccionables y que había dos editoriales rivales, Marvel y DC.  La nueva década comenzó el boom de los cómics y las tiendas de cómics comenzaron a reproducirse.

Hasta Óscar González Loyo tuvo su tienda.

A finales de 1992 la muerte de Superman catapultó todo, Luis Gantús con su Conque inauguró la primera de muchas convenciones de cómics que aparecerían a lo largo del país. Recuerdo que llegó un momento en que había convenciones casi cada mes.

Fue también la época en que un grupo de comiqueros se presentaría en el famoso programa de Nino Canún que le daría exposición a la historieta en todo México.

Y no solo los cómics florecieron, también otras cosas como las tarjetas coleccionables de deportes o los juegos como "Magic" fueron accesibles para los pubertos de aquel entonces.

Pero... llegó 1994, el asesinato de Colosio y el EZLN prepararon el escenario para "el error de diciembre", la incertidumbre en el país y errores en la sucesión presidencial llevaron a una fuga de capitales del país que ocasionó una devaluación del tipo de cambio.

Esa fue la primer crisis de la que tuve conciencia, en aquel entonces trabajaba de chalán en un taller para costear mis pasatiempos y de pronto dejó de alcanzarme, pues de un tipo de cambio de 3.4 pesos por dólar en cuestión de semanas la paridad había cambiado a más de 7 pesos.

En el Programa Los forasteros, Carlos Tron narró la razón por la que su tienda de cómics quebró, cómo en una semana su deuda con las distribuidoras americanas se duplicó y el negocio se tornó insostenible.

No solo fue Comics, S.A., todas las demás tiendas de cómics mexicanas con la excepción de un par cerraron, Ka-boom! incluida (ah por cierto, ese uno de los episodios más divertidos en que los maestros extraterrestres visitaron a Óscar). 

Pero las medidas que se tomaron en aquél entonces funcionaron, tardamos casi un sexenio, pero México entró en estabilidad económica. Estabilidad que podemos ver en la siguiente gráfica, dónde, por cierto, se pueden observar las crisis de las que ya hablé.


Quizá una gráfica no sea tan explícita como el ejercicio que hicimos antes. ¿por qué no revisamos los precios de Karmatrón en su nueva Era para darnos una idea de lo que significa "estabilidad macroeconómica"?.


En noviembre del 2002 Karmatrón regresó a un precio de $25 pesos y 14 años después el número 16 con fecha de portada de junio de 2016 costaba exactamente lo mismo.

Y así llegamos al día de hoy. Un nuevo boom de los cómics está presente, pero las cosas comienzan a parecerse a aquel ya lejano 1994. Desde hace un año el tipo de cambio comienza a sentir presiones ocasionadas por la incertidumbre del proceso electoral y el TLC. Las tasas de interés han subido y con ello los créditos han comenzado a encarecerse.

Desde la pasada Mole de este año le comentaba a una amiga: ya se comienza a sentir el efecto del traslado del Tipo de Cambio a la Inflación, ¿percibes la disminución en la asistencia?.

Y comprobando mi predicción, la reciente Conque resintió lo mismo. 


No, no tengo poderes y no puedo vaticinar qué nos depara el futuro, escribí esto motivado por un tuit de que me hizo pensar que los noventas ya son muy lejanos, los lectores jóvenes de este blog no han pasado por una crisis, y las señales económicas nos indican que hoy más que nunca estamos cerca de una de ellas, por lo que vale la pena prepararse.