Imagina caminar kilómetros de intrincadas cavernas y al final de ese laberinto pétreo descubrir una ciudad poblada por una civilización humanoide tecnológicamente avanzada que basa su subsistencia en el dominio de una energía a la que han nombrado Vril.
Lo que he escrito no es desconocido para los lectores de Karmatrón, pero para su decepción no estoy hablando del singular gigante, en realidad estoy resumiendo un libro que en 1871 escribiera el británico Edward Bulwer-Lytton.
A todas luces la novela "La raza futura" plantea un argumento que pertenece al género de la ciencia ficción sin embargo ha gozado de cierta popularidad en los círculos ocultistas donde le atribuyen un carácter simbólico y profético.
Ahora, ya mencioné que en Karmatrón y los Transformables se aborda un tema similar entonces, ¿por qué no hacer una pequeña comparación?
A continuación transcribo algunos párrafos del citado libro, en específico en lo que se refiere al descenso del protagonista al extraño mundo, y los comparo con el número 188 de lo que han llamado la era clásica del Karmatrón:
"La luz atrajo mis ojos como le había ocurrido a mi amigo el día antes. La galería por la que avanzábamos descendía diagonalmente; me pareció luz atmosférica difusa, no como la del fuego, sino suave y plateada como la de una estrella norteña."
"A gran profundidad a mi izquierda se divisaba un dilatado valle, que ofrecía a mis asombrados ojos la inconfundible evidencia del arte y de la cultura. Había campos cubiertos de una extraña vegetación que no se parecía a nada de lo que había visto en la superficie de la tierra; el color no era verde, sino más bien de un matiz rojo dorado pálido. Se veían lagos y arroyuelos, al parecer formados artificialmente; unos de agua pura; otros brillaban como estanques de nafta. A mi derecha se abrían hondonadas y desfiladeros entre las rocas con pasos entre ellos, evidentemente construidos con arte y bordeados de árboles, parecidos en su mayor parte a gigantescos helechos de exquisitas variedades de suave follaje y tallos como los de las palmeras."
"Forzando mi vista, más abajo percibí claramente a distancia las líneas de lo que me imaginé edificio muy grande. No podía ser mera roca natural; era demasiado simétrico; se destacaban inmensas columnas de estilo egipcio y todo él alumbrado como desde adentro."
"... oí cerca de mí un extraño ruido, mezcla de ronquido y silbido y volviéndome instintivamente en la dirección de donde venía, vi surgir de una oscura grieta en la roca, una enorme y terrible cabeza con las fauces abiertas y ojos abotagados, lívidos y hambrientos. Era la cabeza de un monstruoso reptil, parecido al cocodrilo, pero infinitamente más grande que el mayor de aquella especie que jamás hubiera visto en mis viajes."
"El desconocido me escuchó con aparente atención, pero había cierta expresión de sorpresa en sus miradas, y movió la cabeza como para dar a entender que no me comprendía. Después, me tomó de la mano y me condujo en silencio al edificio. La entrada era abierta, pues en realidad no había puerta alguna. Entramos en un inmenso hall, alumbrado por el mismo sistema que el exterior; pero se difundía por el aire un exquisito perfume.
De pronto descendió una plataforma, construida como los ascensores de nuestros grandes hoteles y almacenes para subir a los pisos superiores. Mi guía y el muchacho montaron en la plataforma y me indicaron hiciese lo mismo, como así hice."
"Mi nuevo compañero, siempre tomándome de la mano, me condujo del edificio a la calle (por decirlo así) que se extendía enfrente, bordeada en cada lado por edificios separados entre sí por jardines, cubiertos de brillante vegetación de colores vivos y extrañas flores."
"¿Qué es Vril?", pregunté. A esta pregunta, Zee entró en explicaciones, de las que entendí muy poco; porque no existe palabra alguna en ningún idioma, de los que yo conozco, que sea sinónimo exacto de la palabra Vril. La llamaré electricidad; pero abarca en sus múltiples ramificaciones otras fuerzas de la naturaleza, a las cuales en nuestra nomenclatura científica se da otros nombres, tales como: magnetismo, galvanismo, etc. Aquella gente creía que en el Vril habían alcanzado a la unidad de las energías naturales, conjeturada por muchos de nuestros filósofos y de la que Faraday habla."
"Además de este peligro, podrías encontrarte con algún niño de corta edad, cuyas manos hayan tomado posesión de su varilla de Vril, quien, alarmado ante tu apariencia extraña, en el impulso del momento podría reducirte a cenizas."
12 comentarios:
Nah, para nada. ¿Cómo pasas a creer? Puro cuento, apennas lo podríamos casificar de sútil inspiración. Bien podría haber sido sobre las Cavernas de Naica, su increíble formación, descubrimiento de microosganismos bacteriales dentro del cristal, etc...pero nah. olvidaba cuál era el tema
Si la era clásica de Karmamón no hubiera terminado, seguramente ya nos hubiera recetado reinterpretaciones cómico-mágico-musicales de Phillip K. Dick, Warren Ellis y hasta Carlos Cuauhtémic Sánchez. Para que vean lo que es homenajear, nadie diga plagio y todos podemos seguir creyendo que Óscar es un santo kundalini, jajaja XD
Vertebreaker:
Philip K. Dick era demasiado político, intelectual, subversivo para el Gurú Grasoso y, aunque sí era bien pacheco y atascado, no tenía nada de místico, así que creo que Chicarcas lo hubiera odiado de haberlo leído (el mismo Cerdificado de KK ha dicho que detesta la ciencia ficción "dura", yo creo que porque lo hace sentir sexualmente inadecuado).
Ellis debe ser el Anticristo según Trololoyo (¿The Pro? ¡Atinan Ya!), y Cuauhtémoc Sánchez toca temas de puritanismo, abstinencia y sumisión que yo creo que sí le gustarían al Giant Loser, pero como esa fuerte influencia del Opus Dei que trae Cuauhtémoc Sánchez no deja espacio para aliens ni ondas New Age, también estaría descartado.
Monero Enmascarado:
Checa también las divagaciones de un tal Edgar Cayce. Chicarcas lo mencionó una vez como "fuente de inspiración", y Cayce también tiene mucho de ese rollo de civilizaciones antiguas visitadas por "seres de otro mundo", ciudades subterráneas, telepatía y cristales místicos que dan energía si les cantas canciones de John Lennon
Nombe, nomas ilustró un relato, ah, pero él está en contra de los que ilustran, bueeeeno, yo sigo esperando la reta de dibujo Mayii vs. Caballos =)
Andale, excelente investigacion, Monero Enmascarado! Otro ejemplazo de como OGL practicamente robo casi cualquier idea para usarla en su comic!
Ese que se desintegro tiene cara de Chicarcas.
#MeTatacoYoMismo
A González Loyo no le gusta la ciencia ficción. Punto.
Lo que le gusta es el space opera.
EL CHISME DE CARLOS SEGUNDO!!!! LO PROMETISTE!!!
Por cierto, acaban de mencionar de pasadita a la energía Vril en el último número del cómic B.P.R.D. ("Gods", número 2 de 3).
Que va a saber OGL de la energía viril si el pobre ni...
A perdón es la vril, bueno eso lo explica todo por eso no se le para ja ja ja ja ja.
Tu no conocés a Óscar en persona, pero te lo puedo presentar.
Interesante relato
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