Top Ten #1: Los maestros extraterrestres (primera parte)

“¿Cómo tiene que estar la psique de una persona para que te digan algo tan bizarro como que van a venir unos extraterrestres y hay que estar preparados para irnos, porqué viene el apocalípsis del mundo, de tragarte esta historia y convertirte en parte de esa secta?” Martha Debayle.


Por fin llegamos a la posición de honor de esta lista con los 10 errores más importantes en la historia editorial de Óscar González Loyo y lo dedicaremos a definir si las “ideas esotéricas” de nuestro amigo inciden de manera positiva o no en su carrera profesional y en la de sus allegados.


Para entender un poco el origen de las premisas que rigen actualmente en Kaboom regresaremos a principios de los 80’s, época en que nuestro amigo cursaba sus estudios en la Escuela Nacional de Artes Plásticas. En esos tiempos Óscar combinaba la escuela con la elaboración de una sección en la revista semanal “Insólito” de Editorial Conocimientos, revista donde se contaban historias y reportajes de temáticas sobrenaturales y que muy probablemente influenciaron al creador de Karmatron.


Diviertete encontrando a Óscar en el OVNI.


 Es por esas fechas que Óscar tiene también sus primeros contactos extraterrestres, tal y como nos ha narrado Óscar en su programa de radio:

“Fue a los 18 años que ya tomé consciencia de este amigo imaginario, que ya lo vi de otra forma, ya con su forma como es, por ciertas experiencias que platiqué también ya antes, fue a los 18 años. 


Al principio daba miedo, porque imagínate que tú estás caminando y de repente ves una sombra que te sigue, o en la cama, por ejemplo, estás tú en la cama, y de repente abres los ojos y lo ves ahí parado ¿no?, o también, cuando, lo que más me pasaba cuando empecé a verlo nuevamente es que iba caminando por la calle, en la noche luego llegaba de la escuela y me venía siguiendo, pero yo veía para atras y no veía nadie, y de repente volteando oía yo los pasos y estaba atrás. 


Esas primeras veces si me dio un poco de miedo, pero después ya... era protección, era miedo más que de miedo al maestro era miedo a la sorpresa." 


Esta etapa fue un poco difícil para nuestro monero favorito, ya que estas nuevas experiencias ocasionaron, en sus propias palabras, visitas a algunos especialistas:


“...me llevaron con mis primas que eran psicólogos de ahí de la Ibero, de hecho una de mis primas era la directora de la sección de la Ibero ahí en Psicología”. 



¿“Contactos” o producto del estrés ocasionado por la responsabilidad de estudiar, trabajar, una vida social y el bullying de que era objeto? Cualquiera que sea la respuesta el caso es que nuestro amigo abandonaría los estudios poco tiempo después guardando esas experiencias que a la larga impactarían en el desarrollo profesional de nuestro amigo.

 ¿Este es el secreto de los dinosaurios?, Ilustración obtenida del mismo ejemplar donde Óscar participó. 


Adelantemos el reloj unos cuantos años para situarnos en la última etapa de Karmatron, época en que la revista sufría por las malas ventas y donde nuevamente González Loyo vuelve a nombrarse contactado y convierte la revisa de aventuras en un pasquín religioso, dedicando números completos al que sería la lectura referente para los integrantes K, el Manual del Guerrero Kundalini. Incluso una recopilación del manual sería publicada de manera independiente años más tarde. 
La cancelación de Karmatron trajo consigo cosas positivas (como la internacionalización del monero) por lo que no volveríamos a escuchar de los “amigos imaginarios” hasta el fracaso de la tienda de comics Kaboom que “el fundador de las convenciones en México” había constituido para aprovechar el boom de los comics de los noventas:


 “Uno que si me dio miedo, que no fue con un maestro dimensional, sino que fue con un maestro físico, o sea un maestro extraterrestre, fue cuando terminamos la tienda de Kaboom, que la cerramos, estaba así medio desesperadon porque todo se vino abajo, y pues estaba así deprimidon.

Entonces, en mi casa, yo acostumbro oir música en un sillón y me relajo ahí, y este cuando estaba ahí bien tenso y que se aparece así adentro de la casa, sin tocar, todo... fueron dos, y este, me levitaron para dormirme en el sofá cama. Esa vez si me dio un susto, tamaño de..." 


Pero la tienda de comics trajo consigo un beneficio inesperado, las ideas de nuestro amigo comenzaron a introducirse en los allegados al dibujante y con ello dos miembros de lo que sería el estudio Horacio Sandoval y Rebeca Soriano irían a vivir con con Óscar, no sabemos si por los problemas familiares que atravesaban cada uno, pero lo cierto es que con ello poco a poco fue tomando forma lo que sería Kaboom!. 


“Somos un grupo de creativos que decidimos vivir y trabajar en un Estudio, así entre todos pagamos todas nuestras necesidades para así, luchar por lo que creemos, poner nuestro granito para la industria de los comics, en el camino, nos dimos cuenta que tenemos los mismos principios, gustos y aficiones, lo que nos ayudó a acoplarnos aún más.

Sin embargo nuestros trolls dicen que vivimos en una secta todos juntos, y yo manipulo las mentes de los K!, que el dinero me lo quedo yo y que todos siguen mi sueño porque son nos retrasados mentales.

 La verdad es que vivimos juntos en una casa, por practicidad, así de sencillo.” 

Esta declaración es normalmente la respuesta que da Óscar cuando alguien señala la posibilidad de que una “secta” se haya formado en su organización, y es que parece molestarle que personas ajenas al estudio lo tipifiquen como tal por lo que ha dedicado incluso tiras en su sitio a desmentir el hecho, pero eso lo revisaremos en la segunda parte, no se lo pierdan.